miércoles, 5 de agosto de 2009

LA HISTORIA DEL LAPIZ

Todo empezó en una tormenta.

Desde la más remota antiguedad, las pocas personas que llegaron a dominar la escritura de sus respetivas civilizaciones empleaban varitas muy finas o pinceles, los cuales mojaban en una tinta muy rústica.
La pluma de ganso se introdujo en Europa a fines del siglo VI. De ahí en adelante, `pasaron 10 siglos hasta que un rayo caído del cielo derribó un árbol durante una cruda tormenta. Esto sucedió en Cumberland, una ciudad de Inglaterra.

Por medio de este natural fenómeno, se dejó al descubierto debajo de las raíces de aquel árbol, una sustancia negra de aspecto mineral: El grafito más duro que jamás existió en Gran Bretaña y en el mundo.

El grafito se usaba para marcar ovejas. Los pastores y la gente humilde de la localidad empezaron a usar esa sustancia para marcar sus ovejas. Pero otros lugareños más astutos, cortaron pedazos en forma de barritas, para venderlo en las calles de Londres con el nombre d piedras de marcar. Los mercaderos los compraban para marcar sus productos.

La corona quiso monopolizar su venta. En el siglo XVII, el rey Jorge II incautó la ya famosa mina, y comenzó a exportar el material en cajas selladas con una leyenda que decía:"Monopolio de la corona."

La varita de grafico tenía sin embargo dos problemas básicos: se rompía con facilidad y ensuciaba las manos y la ropa demasiado.

El problema de la suciedad lo solucionó un fraile de nombre desconocido, enredándole una tira de tela o un cordelito a todo lo largo. Estos se iban desenredando en la medida que el grafito se consumía al escribir, para dejar al descubierto una nueva punta.

Un norteamericano fabricó el primer lápiz

Más tarde, ya entrando el siglo XIX, William Monroe, prestigioso ebanista norteamericano, se convirtió en el hombre del momento, cuando fabricó los primeros lápices "modernos". incrustó las barritas de madera de cedro.

Paralelo a estos hechos, el desconocido inventor Joe Dixon, hacia los mismos descubrimientos pero con menos popularidad que Monroe. Dixon tenía la peculiaridad de que nunca registraba sus inventos. Así de esa forma nació el lápiz moderno, que fue adoptado inmediatamente por el ejército y luego pasó a las manos de administradores y artesanos, diseñadores y comerciantes, originando la revolución industrial.

El lápiz corriente mide 18 cms de largo y puede trazar una linea de 55 kilómetros de longitud.
Hay ya mas de 300 modelos diferentes.




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